miércoles, 24 de junio de 2009

DE ANTONIO EN DUBAI




Des del pasado día 13 y hasta el próximo 26 de junio Antonio Gutiérrez Rodríguez, más conocido artísticamente como De Antonio expone en la Galería 76 del Dubai International Art Center, su obra más reciente, compuesta de dibujos realizados en la capital del reino de Barhein. Presentada por el embajador de España en los Emiratos Árabes, la exposición resulta contradictoria para el público árabe, quien muestra una interesante dualidad entre sentirse invadido por artistas extranjeros, a los que admira, pero a su vez percibe el valor económico que puede suponer.

En base a otras exposiciones, De Antonio expone una obra impactante, imponente, dura, buscando la sublimación en la expresión artística, a través de su particular visión del cuerpo humano, centrándose en el hombre, donde extrae y expresa una increíble fuerza, producto de la mezcla de dureza y misticismo. El trazo es firme y seguro, lleno de movimiento, sin dudas.
De Antonio no suele jugar con las perspectivas. Su mensaje es frontal, obligando al espectador a observar su obra, y mientras lo hace, descubre la energía de su creatividad.

Su obra suele ser de extraña y seductora belleza, llena de pasión surgida de la negatividad, tal como en su momento lo manifestó el autor en la muestra realizada en el Espai Hartmann de Mataró “Lo negativo me inspira. Es una lucha interna continua: yo contra el resto” .

CHEMA GARCÍA DOMÍNGUEZ – LA COMPLEJIDAD EN LA PINTURA




El Popular , un bar restaurante situado en la calle San Joaquín número 2 de Mataró, y donde también se puede ir a hacer una copa a cualquier hora, acoge la exposición de Chema García Domínguez, un joven pintor que muestra una obra absolutamente heterodoxa, dispar, difícil de calificar, pero al mismo tiempo, y por estas mismas razones, atrae extrañamente al espectador.
Lo más impactante es su potencia expresiva, única, de poderoso magnetismo que envuelve a un artista complejo, apasionado, vibrante, con mucho que decir pero también con un largo camino que recorrer.

Al espectador habituado al arte le puede resultar familiar la obra de García Domínguez, pues muchos de sus trabajos recuerdan al trabajo de animación que George Dunning realizó para el film de The Beatles, “El submarino amarillo”. Pero evidentemente, la diferencia se nota en las formas, contenidos y mensajes, todo ello envuelto por una singular admiración hacia Arcimboldo, el pintor renacentista.

García Domínguez utiliza toda clase de materiales: Oleo, colage, lápiz, etc., plasmando en su obra todas sus obsesiones, deseos, ilusiones y mucha crítica y frustración hacia el ser humano y su evolución.

Algunas obras como Archivaldo, Adelante, La mujer y su carisma e incluso un particular Autoretrato, muestran a un artista en plena fase de experimentación, a la búsqueda de si mismo, mostrando un mundo interior, a veces desgarrador, a veces tierno, a veces optimista, a veces hundido...

Y lo expresa con la virulencia de un cromatismo básico, un trazo impulsivo, sin seguir academicismos, duro y contundente. Tarde de toros podría ser la unificación de todos estos conceptos. Una obra llena de simbolismo, pues no es lo que se expresa a simple vista, sino la impasibilidad de la sociedad actual.

Chema García Domínguez tiene mucho que decir y exponer. Sin lugar a dudas, es como el vendaval que anuncia la tempestad, y ello hace que resulte innovador. Pero todo en la vida tiene un proceso, incluso la descarga de rayos y centellas, por lo que le será necesario el tiempo para encontrar el equilibrio, la técnica y la magia de lo que es ser artista.

ESPAI CAPGROS – LA DULZURA DE MARISA BLASCO




Aprovechando el espacio que conceden las paredes de la redacción del semanario gratuito Capgros, mensualmente se organizan exposiciones de arte, en su mayoría de pintores locales, aunque también tienen cabida artistas procedentes de otras localidades de la comarca e incluso de Cataluña.

El pasado 29, Marisa Blasco, alumna de Albert Alís y Marta Durán, inauguró su muestra Blau íntim. Blasco, que lleva cerca de quince años en el mundo de la pintura, presenta una obra tierna, cálida, sin pretensiones, que acompaña al espectador, y tal como indicó en las palabras de presentación Mateo Ros, director del semanario, tranquiliza. “No conocía a Marisa, pero me pareció una mujer fuerte, siempre dando ánimos, y que también tranquiliza. Se nota que la quieren”

En la inauguración, la poesía y la música tuvieron cabida, pues fueron recitados poemas de Miguel Hernández, Pablo Neruda y Manuel Patricio, poeta local, por parte de su marido, el también pintor y rapsoda Carlos Soriano y su hijo.

La obra de Marisa Blasco se contempla con absoluta sencillez. Marinas, interiores, bodegones, etc. en formato pequeño medio, siempre en oleo s/tela forman un conjunto de obra académica, clásica, pero a través de las pinceladas se demuestra una gran sensibilidad en la elección de cromatismos, sus degradados y los entornos y espacios escogidos.

No hay agresividad alguna y sí algunas concesiones al impresionismo, aunque en algunos paisajes, no deja de recordarnos ciertas connotaciones barrocas.

Los que conocemos a la pintora, observamos una gran evolución desde sus primeras marinas a la pintura actual, mucho más profesional, donde están plasmados toda clase de hermosos sentimientos.

La obra de Blasco no admite complicaciones, y a buen seguro, la crítica más recalcitrante la despreciaría. Marisa Blasco no ganará grandes premios de pintura, y apenas será nominada para participar en algunas de las exposiciones de esos premios, pero cualquier persona de espíritu delicado y romántico se identificará con su obra, cualquier pared de cualquier casa brillará con luz propia y cualquier entorno tendrá, con los cuadros de Marisa, unas manchitas de brillantez, unas notas de color y un chisporroteo de serenidad y ternura.

martes, 16 de junio de 2009

ALBERTO ROMERO GIL: LUMINISIDAD ENTRE MÍSTICA Y REAL





Des del pasado 29 de mayo y hasta el próximo 3 de julio, la sala del Col·legi d'Aparelladors de Mataró expone la obra de Alberto Romero La Luz revelada. Cerca de una veintena de obras donde la nota predominante es la luz, de una nitidez, pulcritud y pureza infinitas.

Tal como destacó en las palabras de presentación de la muestra, el presidente de l'Associació Sant Lluc per l'Art, Antoni Luis, Romero alumno destacado del gran Antonio López “tiene claro el camino a seguir para ir evolucionando. Su sensibilidad y formación lo predisponen a acometer grandes retos”.

La obra de Romero aparenta gran sencillez. Retrata lo cotidiano, sin pretensiones ni grandilocuencias. Objetos humildes que habitan en nuestro entorno, en cualquier casa, en cualquier espacio, se convierten a través de su precisa y única pincelada, en pequeñas obras de arte.

A través de la tímida mirada del artista, un pedazo de tela, unos huevos en una huevera, un clavel en un vaso, un bote de aceitunas, unos tallos de zanahoria, etc. producen en el espectador admiración por la exactitud de la obra, y sorpresa por los objetos retratados, pues si bien la idea no es nueva – recordemos la simplicidad de los objetos de Joan Brossa, presentados de forma más plebeya – contemplarlos en una muestra de admiración hacia el realismo no deja de asombrar.

Romero acostumbra a trabajar en formato pequeño. Oleos s/tela o s/tabla, aprovechando como cromatismo la propia tonalidad de esta última, tal como se puede observar en la obra Dos coliflores. La única obra de gran formato es Perfiles Topográficos, donde el especial tratamiento de la luz y el color del cielo, los tierra del paisaje urbano y desolado junto un una magnífica utilización de la perspectiva, muestran una obra llena de encanto, no por lo enternecedor del tema, sino por la singularidad del entorno.

El conjunto de la obra presentada oscila entre los años 2007 y 2008. No obstante, hay un trabajo del año 2002 hecho en lápiz s/papel: Camino a la victoria de Samotrancia. Sin ningún genero de dudas, fue uno de sus primeros trabajos, y es de agradecer su exposición, pues dentro de la técnica del realismo, hay connotaciones surrealistas muy sugerentes que en nada se avienen a la obra actual.

Una interesante exposición que permite salir de la excesiva presión que ejercen las vanguardias, algunas disfrazadas de arte emergente, sin apenas calidad y otras donde la densidad de la abstracción llega al agotamiento.

No obstante, la juventud del artista también se hace notar en esta muestra, y ciertamente es de esperar su evolución en lo sucesivo, pues si bien transmite una imagen de gran conocimiento técnico, de dedicación y detallismo, llena de serenidad, también se observa cierta frialdad, cierta falta de lirismo. A pesar de connotaciones en el tratamiento de la luz un tanto místicas, el espectador no puede dejar de notar la falta de calidez y de expresión de sentimientos.