La amplia sala de recepción del semanario local Capgros de Mataró, ofrece la posibilidad a artistas, tanto locales como comarcales, de exhibir durante aproximadamente un mes, una selección de sus trabajos, o realizar una pequeña antológica.
Des del pasado 30 de diciembre hasta el próximo 27 de enero, Pere Màrtir Braso, nacido en Vilassar de Mar hace 57 años, y vinculado al mundo del arte des de los años 80, con influencias tanto del surrealismo, impresionisme y expresionismo, expone en esta sala su obra más reciente: Continuará, muy esperada por sus amigos y seguidores de su carrera, después de muchos meses de altibajos, como consecuencia de una grave enfermedad, afortunadamente superada.
El crítico de arte Pere Pascual, después de una breves palabras de agradecimiento del artista, y como director de la sección de arte del semanario, en su discurso de presentación de la muestra, manifestó que esta era una exposición muy especial y que le suponía una gran satisfacción poderla presentar, por los motivos antes citados. “El artista sólo esta vivo cuando crea. Esta exposición representa una apuesta difícil y necesaria, y Brasó lo aceptó sin debilidades. Estaba dispuesto a cumplirlo”.
Para el crítico de arte, esta exposición es un retorno al cómic, a los Ibañez y Escobar que tanto admira el artista, a la vez que para él es una muestra catártica. A nivel técnico, Pascual indica que “no es un cómic habitual. Utiliza una técnica depurada, y vuelve al rotring y al dibujo acabado, lleno de detalles, de iconos y de sensaciones (…) Es un retorno al pasado con una técnica de presente y de futuro, su obra más vital e incisiva.”.
Si bien en su discurso, el crítico de arte pone más énfasis en la técnica que en el contenido artístico, también es muy de destacar el mensaje de Brasó, mucho más humanista de lo que nos tenía acostumbrados. Se ha centrado en el hombre – la propia figura del artista, su contorno – y su andar por la vida, a veces sin cargas excesivas, a veces llevando un saco a cuestas.
El artista, sin dejar de ser crítico, y haciendo gala de su especial sentido del humos, nos ofrece una imagen de renacimiento, más espiritual, incluso más filosófica, a la búsqueda constante del por qué, dentro de un contexto enmarcado, en una viñeta de cómic, ciertamente, pero lleno de formas definidas, envueltas dentro de una nebulosa.
El cromatismo, básico y casi único: blancos, negros y grises, destacando abruptamente, el rojo intenso, fuerte y rompedor. Es la lucha por la vida, por seguir adelante, pero apareciendo en escena un nuevo elemento: el sombrero, convertido en extraño complemento indispensable para la vestimenta.
Una exposición donde las “viñetas de cómic”, son en realidad espacios de tiempo, donde pensamiento y sentimientos fluyen con toda nitidez... siempre cubiertos de una extraño velo transparente, difuminado y expandido con la técnica del aerosol.
Una muestra llena de significados, tanto para Pere Màrtir Brasó, como para el espectador. Contemplando su obra, uno de deja de pensar en las influencias que a nivel artístico y personal producen una enfermedad. Pero por fortuna, hay una segunda parte. Es de esperar que Continuará continúe por tiempo indefinido...
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