jueves, 18 de marzo de 2010

PERE MUNNÉ – EL COLOR DE LA VIDA








El Ateneu Caixa Laietana completa su área de exposiciones hasta mediados de abril, con la sala Ámbit Zero y la muestra dedicada a Pere Munné, inaugurada el pasado 11 de marzo.

El presidente de la entidad de ahorro, Jaume Boter de Palau, indicó en su discurso de presentación su conocimiento personal del artista y de su obra: “la pintura de Munne cautiva desde la primera mirada”, así como también hizo especial referencia a algunos de los títulos de las obras como El mundo cambiará cuando se callen los fusiles y escuchemos las palabras y La rendición de Breda vista por Munné.

El artista también tuvo ocasión de dirigirse al publico, primero agradeciendo a Caixa Laietana la oportunidad de la exposición, y a continuación indicando que para la muestra ha seleccionado 33 obras “que me han parecido las más adecuadas. Si no os gustan los cuadros, mirad los títulos” .

Munné aprovechó además para matizar algunas particularidades de su obra. Con respecto a El mundo cambiará cuando se callen los fusiles y escuchemos las palabras, el artista explicó que el cuadro le fue inspirado por la reunión en las Azores de Bush, Aznar i Blair “nos quisieron decir que había armas terribles”. Movido por un sentimiento de rabia, la particular iconografía de Munné presenta unos soldados con pluma, “porqué han transformado sus armas en poesía”. Un elemento constante en sus obras es la bicicleta, por sus referencias ecológicas, así como también hay menciones a la paz (vuelo de palomas blancas) y el hecho de evitar las guerras a través de la cultura.

Con respecto a La rendición de Breda vista por Munné, el artista dijo “podéis ver un caballo de cartón, porque queda bien, un colchón como bandera, cuadros del Greco con el simbolismo de las cartas de la baraja española, que he aprovechado para colocar a los Reyes Católicos, una alusión a Mondriani, convertida en un mantel para mesa, un reloj a la hora de comer... etc."

A lo mencionado por Pere Munné, sólo cabría añadir la vitalidad de su pintura, con dominio absoluto del color, en formas definidas -es un excelente dibujante – un tanto surrealistas en algunas de ellas, pero llenas de un extraordinario sentido del humor.

De personalidad muy acusada, pero sin el menor atisbo de ofensa en su obra, Munné consigue seducir al espectador, arrancándole una sonrisa, sea por su trabajo, o por la caustica ironía de los títulos de sus obras: Un parto en la calle es un alumbramiento público o En aquest país hi manca actuació gravitacional.(A este país le falta actuación gravitacional).

A lo largo de su trayectoria profesional, el artista que ha destacado por la realización de obra gráfica compuesta por ediciones litográficas de tirada corta, participando además en cerca de 70 exposiciones individuales y 92 de colectivas, obteniendo el premio Astissime '91 de Francia, o la medalla y nominación Artexpo'98 de Barcelona, trabaja habitualmente en técnica mixta, formato medio/grande, trazo amplio y de grosor considerable.

Sus obras son de presentación compleja por la gran cantidad de contenidos que exhibe, pero nítidas, casi transparentes en significado y alegóricas a acontecimientos mundiales o a la vida cotidiana.

Si bien, las variaciones cromáticas es lo más destacable de su obra, la exposición exhibe tres piezas muy interesantes realizadas en carboncillo s/papel, donde se puede comprobar su gran calidad técnica en el dibujo – trazo firme y dinámico, trabajando con diversos grosores - sin perder un ápice de su ironía, y con una gran potencia en la expresión de formas.

No obstante, el artista también nos ofrece su vena poética a través de su pintura: Treballadors de la Mar (Trabajadores del mar) o Vista de Barcelona desierta desde Montjuic. Curiosamente, estas obras emiten una extraña placidez, en contraste a las mencionadas con anterioridad. Se puede encontrar una gran variedad en el color, pero el dibujo es mucho más claro y definido, el concepto de volumen, espacio o perspectiva está mucho mejor estructurado, limitándose a ser un cronista visual y pictórico de una escena urbana o cotidiana.

Una muestra que permite al visitante disfrutar del arte, sin exigencias y del ingenio de un artista muy singular.

lunes, 8 de marzo de 2010

SEXTA EDICIÓN DE "QUATRE" - Inauguración


Fundación Caixa Laietana presenta anualmente des del año 2004, y siempre alrededor de las mismas fechas, QUATRE (Cuatro), una idea original de Elisabeth de Dòria, miembro de la fundación, que ella misma ha desarrollado, consistente en exhibir la obra de cuatro artistas invitados, subdividiendo el amplio espacio del Ateneu Caixa Laietana en cuatro partes proporcionales. En la presente edición, han sido invitados: Teresa Vidal, Albert Coma, Irene Bou i Kiku Poch.

“La química de QUATRE funciona bien. Veinticuatro artistas en seis años”. Fueron algunas de las palabras pronunciadas por Jaume Boter de Palau, presidente de Caixa Laietana, en el acto de inauguración el pasado 4 de marzo.

Para el presidente de la entidad de ahorro, la obra de Teresa Vidal “a través de arquitecturas, caligrafías, rostros y elementos florales, la artista nos presenta una obra muy inspirada en el arte oriental, especialmente en el chino y en sus vivencias de dos ciudades de extremo oriente: Seul y Hong Kong. De Albert Coma, que al igual que Vidal es licenciado en Bellas Artes, destacó “una actitud positiva y abierta, que manifiesta a través de diagramas, dibujos y mandalas”. Con referencia a Teresa Bou artista venezolana de ascendencia catalana, puso de manifiesto que “defiende permanentemente la libertad del alma humana ante el relativismo que la envuelve”, y finalmente, de Kiku Poch, remarco que es un paisajista que no pasa nunca de moda, y que sabe encontrar el equilibrio entre el mar y la tierra, el cielo y la casa, tal como en su día manifestó el crítico Josep Ma. Cadena.

Poco diferiremos desde Cuadros de.. de las palabras de Boter de Palau, aunque si son necesarias algunas matizaciones:




TERESA VIDAL: LA FASCINACIÓN POR EXTREMO ORIENTE (I)

A pesar de ser mediterráneos de pro, para los habitantes de la comarca del Maresme, las influencias orientales se nos presentan lejanas, misteriosas y absolutamente embriagadoras. Teresa Vidal no ha podido resistirse a conjugación tan enigmática de elementos, dejándose atrapar y fascinar por los mismos, ofreciendo una obra de presentación original, con gran densidad de contenido floral.

A Vidal hay que reconocerle un detalle exquisito, cierta distinción y elegancia, aunque no delicadeza en la pincelada, un cromatismo un tanto irregular y la falta de cierta percepción del espacio, tal vez como consecuencia de trabajar con formatos distintos, si bien la técnica utilizada – mixta s/Oleo – permite ciertas variaciones en el color.

Sin embargo, se debe destacar que la presentación de su obra es original y digna de ser desarrollada dentro la máxima diversidad de formas y estilos: introducir un cuadro dentro de otro cuadro nos da a entender que a Teresa Vidal le interesa la exploración de distintas técnicas, con el fin de imitar la vía tridimensional, mostrando con ello volumen, o sensación de volumen.

La pieza que más destaca en esta muestra es Orient-Occident, del año 2008. A través de la técnica del Collage, nos presenta una obra urbana donde el contenido ornamental realmente complementa y equilibra el trabajo, al igual que en su trabajo A port view of Hong Kong El efecto contrario se produce en Atmósferas o Working in Seul; la ornamentación difumina técnica y temática.




ALBERT COMA: PASIÓN POR LA VIDA (II)

La obra de este artista está llena de vigor, potencia, sensualidad, energía y de suave erotismo. La serie Encontres efímers (Encuentros efímeros) o Sense Títol (Sin titulo), atrapa al espectador des del primer momento, cautivándole a través de un trazo firme, decidido, dinámico y sinuoso, dando con ello una constante sensación de movilidad, y con sólo la utilización del lápiz, aunque en Sense Títol, el trazo es mucha más marcado y firme, y la expresión tiene más dureza, gracias a la combinación de lápiz y tinta.

Al contemplar a primera vista la obra de Albert Coma, el espectador tiene la sensación de visualizar un fresco del Renacimiento o el techo de la Capilla Sixtina del Vaticano, no por la temática, la técnica o el color, sino por la sensación etérea de las figuras dibujadas.

La antítesis esta obra son la serie de mandalas, de precisión y meticulosidad únicas, consiguiendo la perplejidad del visitante, ante la versatilidad técnica de Albert Coma, lo que demuestra alta preparación, gran profesionalidad y una aplicación absolutas, permitiendo contrastar la riqueza de matices entre el ímpetu y la razón en la personalidad de Albert Coma (http://www.albertcomabau.cat/)




IRENE BOU: REIVINDICACIÓN PERMANENTE (III)


Observando el trabajo de esta joven artista venezolana (http://www.irenebou.com/), el mismo se podría enmarcar dentro del concepto de impacto visual, lleno de dureza y contundencia. A nivel cromático, la fuerza del rojo y sus distintas derivaciones e intensidades, marcan la pauta y es nexo de unión de toda la obra.

Su trabajo lo realiza en distintos formatos y utiliza la técnica mixta. Nos presenta una temática urbana, intensa y con muchas connotaciones expresionistas.

En su obra se refleja la crítica constante y sin tregua al individuo, - importante resaltar la representación de rostros humanos de mirada perdida y connotaciones kafkianas - sometido a la masa, abandonando con ello la esencia de ser humano, en favor de un relativo bienestar. Con la utilización de textos breves, permite al espectador una comprensión más amplia de su obra, sin dejar de lado el tono categórico. A Dios, Carta de Niebla, Soy un estado de ánimo... son algunos de los títulos de su obra.

A pesar de su visión del mundo caustica y escéptica, su procedencia sudamericana da a su obra una extraña vitalidad, aunque su temática sea existencialista.




KIKU POCH: LA VIDA ES BELLA (IV)

Contemplar la obra de Kiku Poch (http://www.kikupoch.com/), permite al visitante recuperarse del stress del día a día, entrar en el sosiego y la calidez de la luz mediterránea, de poblaciones de la Provenza o la Riviera Francesa, Menorca, Marruecos, etc. Es una obra equilibrada, que transmite serenidad, aunque no por ello se deja de observar ciertos caracteres psicológicos: ventanas abiertas y puertas cerradas: invita al espectador a mirar, pero no a entrar.

Curiosamente, gran parte de los trabajos expuestos nos muestran la parte frontal de la casa; es decir, su fachada, y algunas de ellas profusamente ornamentadas con elementos florares o arbolado, mostrando un toque de elegancia que, sin ser pintoresco, refleja cierto señorío.

La pintura de Poch – siempre en oleo s/tela y formato medio-grande – es de un preciosismo y complejidad absolutas, mostrando un trabajo constante y disciplinado. El cromatismo es exquisito y muy variado. La pincelada es pequeña pero meticulosa y una luz brillante y expresiva impregna cada obra, lo que permite atrapar al espectador y darle una agradable sensación de tranquilidad.

Pero Kiku Poch sabe jugar con el visitante, porque entre fachadas principales nos presenta un Far (faro), o una Teulada (techo) o una barca Cala d'Hort, que invita a mirar en la lejanía, a salir de la casa y admirar la inmensidad del mar, contemplar el cielo o salir a navegar.

El conjunto expositivo, como siempre lleno de contrastes, y a su vez equilibrado y armónico, invita al visitante a “comparar” estilos e identificarse con una temática, sin sentirse excluido con tendencias contemporáneas, ni tampoco caduco con formas clásicas.