sábado, 20 de febrero de 2010

JORDI HOMAR: EL VACíO Y LAS FORMAS





La sala de exposiciones del Col·legi d'Aparelladors de Mataró, acoge des del pasado 12 de febrero y hasta el próximo 19 de marzo la muestra Cel Obert (Cielo Abierto), organizada por l'Associació Sant Lluc per l'Art (ASLL). Cerca de una veintena de obras realizadas en fotografía digital, positivada sobre aluminio.

“Los profesionales a veces estamos demasiado ocupados con la técnica y no sabemos ver las formas que el artista nos presenta” fueron las palabras de Pere Mora, aparejador y miembro del Colegio, en su presentación de la muestra.

Jordi Homar, como el mismo manifestó en su turno de intervención, es dibujante, fotógrafo y diseñador. En su web: http://jordihomar.artportic.com/, el artista nos presenta varias de sus creaciones en los diversos ámbitos mencionados.

El mundo del arte, siempre en constante evolución, pero también en manos del marketing y la publicidad, es difícil que nos sorprenda. No obstante, Homar sí ha sabido sorprender al espectador.

Presenta una obra entre curiosa y casi mística: limita el vacío a través de sencillas formas arquitectónicas, tremendamente clásicas algunas, habituales muchas otras, y a las que de tanto en tanto se añade un toque de surrealismo, combinando naturaleza y construcción.
Su obra es también austera y sugerente, convirtiendo la cotidianidad de los edificios en construcción, o ciertas áreas de los mismos, en formas artísticas apenas perceptibles por el viandante o cualquier operario in situ.

El gris metalizado de las piezas que componen su “cel obert” -que no deja de recordarnos a las tonalidades intensamente grisáceas previas a una tormenta – provoca que el espectador se centre en el vacío, siendo los límites arquitectónicos o de formas, un añadido, que en realidad no limita, sino que sirve como nexo de unión a un extraño conjunto armónico, el cual, a través de la fotografía, y del tratamiento técnico aplicado, produce provocación y fascinación al mismo tiempo.

Jordi Homar, a través de la fotografía utilizada como herramienta artística y de evolución, nos presenta una propuesta arriesgada e innovadora: los limites del vacío en el espacio.

martes, 9 de febrero de 2010

ALFRED OPISSO (1907 – 1980): UNA GRAN ANTOLÓGICA












A nivel pictórico, en Mataró el año termina y da paso al siguiente, con una gran exposición antológica, a cargo de Fundación Caixa Laietana.

Si a finales del 2008 fue la del pintor especializado en temas militares Manuel Cusachs, en el 2009 (y hasta hace escasamente una semana), la Sala de Exposiciones de la entidad de ahorro, situada en la plaza Santa Anna, 1, ofreció una magnífica, extraordinaria y sugerente retrospectiva de Alfred Opisso, uno de los pintores locales más valorados fuera de nuestra ciudad, y cuya adquisición de obras, tanto en galerías como en subastas, alcanza siempre cotizaciones de importancia, a pesar del gran desconocimiento de su obra por parte de muchos los ciudadanos de Mataró.

La exposición, que tuvo por comisario a Pere Pascual crítico de arte local, y preparada con escaso margen de tiempo (apenas 45 días para organizarla), recogió todo un compendio de obras, y de épocas del artista, lo cual permitió observar no tan sólo la evolución técnica y temática, sino la gran personalidad del pintor, su gran calidad como tal y su capacidad para llevar al espectador una especial visión del mundo, con sus ilusiones y deseos.

“Esta exposición es un re-encuentro con la personalidad del genial artista” manifestó en sus palabras de presentación Jaume Boter de Palau, presidente de Caixa Laietana, de quien destacó su amistad y su profunda admiración por su obra: “esta exposición muestra el Opisso más conocido, pero también más inddito. Es la exposición más importante en calidad y cantidad que se ha realizado en nuestra ciudad” .

Pere Pascual, por su parte y como comisario de la muestra, destacó la poca justicia que tanto a nivel institucional como popular, se le ha hecho a Opisso, a pesar de su cotización en el mercado, por lo que para el crítico, esta exposición es “de conocimiento y de re-encuentro”, poniendo especial énfasis en la descripción y características de las obras presentadas: obras referentes a los cafés de París, a los arlequines, a la particular atracción que sentía por el mundo del circo, retratos de familiares y amigos, etc. “Con planteamientos poco habituales, Opisso era una rara avis”.

Verdaderamente, el espectador se encuentra ante una exposición sublime, única y sin ningún genero de dudas, interesantísima, tanto que podría figurar perfectamente en un MNAC o incluso en una exposición temporal del Museu Thyssen.

Opisso representa en el arte, el esfuerzo de encarnar la visión interior, recurrente a la forma expresiva de una Belleza, que en si misma puede parecer inexpresable. No todo el mundo consigue apreciarla con la misma nitidez y Alfred Opisso fue uno de los pocos artistas que supo captarla. Quien busca y ama la Belleza, a través del lenguaje del Arte, sin lugar a dudas, se acerca a lo divino. Opisso no fue ninguna excepción a esta sentimiento.

miércoles, 3 de febrero de 2010

SANDRO SORIANO: PARTICULARIDADES






















Sandro Soriano (http://www.sandrosoriano.com/) expone en el Centre Atlètic Laietània, (Urb. La Cornisa de Mataró), una nueva muestra de su obra: Pintures es el título de la misma, que podrá ser visitada en este centro deportivo y cultural hasta el próximo 23 de febrero.

Observar la obra de Sandro Soriano no es tan sólo un ejercicio de simple esfuerzo visual, sino que conlleva para el espectador curioso y sin superficialidades, un análisis muy particular, subjetivo, sin imparcialidades y con gusto por lo sorprendente.

La aparente simplicidad de formas y de estética, rozando lo infantil, sin ser naïf, por supuesto, no pretende mostrarnos una imagen dulce y acariciadora de sueños e irrealidades, sino ser crítico y caustico, duro con el hedonismo y la relatividad del mundo actual.

A través de una técnica basada principalmente en las artes gráficas, Soriano se nos muestra imaginativo y resolutivo, irónico. Sus ojos alargados en los rostros de muchos de sus personajes permiten en su oblicuidad, mostrarnos el vacío de nuestras almas, ante un mundo donde hay demasiados muros que cruzar, y la creatividad queda, en muchas ocasiones sometida a descaradas manipulaciones de toda índole.

Soriano es explicito; el espectador sabe que no está viendo un cuento de hadas, sino que el artista le muestra su protesta más airada, de forma pacífica, ante la involución moral del ser humano.
Su serie Circus es la expresión más firme de su imaginación y disconformidad. El mundo “freak” del circo, siempre en base al espectáculo sin respeto para el espíritu, la belleza, la intimidad... La humillación a que es sometido el ser deforme o minusválido para goce y regocijo de espectadores carentes de todo respeto por el ser humano.

Su forma de dibujar es ágil, simple práctica, muy gráfica. Habitualmente, trabaja el acrílico y el formato de sus obras suele ser medio-grande. Su paleta de colores es variopinta, utilizando tonos principalmente suaves, pastel, muy luminosos, llenos de vitalidad, trabajando un cromatismo no exento de sensibilidad, a pesar de la mordacidad de algunas de sus obras.

Sandro Soriano no es ni paisajista ni abstracto, sino retratista del gran guiñol de lo que como artista percibe, mostrándolo su particular realidad con ironía y crudeza, aunque en alguna de sus obras, no deja de ser optimista, especialmente con sus coloristas chimeneas que se alzan por encima de la mediocridad, para atraer la inventiva.

La obra de Soriano no permite confusiones; hay autenticidad a raudales, bajo su personal prisma. Es inquieto, y busca la complicidad del espectador, sin facilitarle para nada el trabajo de comprender su obra, aunque como ya se ha manifestado, aparentemente es de una sencillez exquisita.

Sandro Soriano es joven aun para mostrarnos su constante evolución pictórica, tanto en temática como en técnica, y un valor en alza disconforme y optimista con lo que nos rodea.