El pintor armenio afincado en la comarca del Maresme Mikaelian (http://www.aramikaelian.com/), expone de nuevo en Mataró, en la sala Àmbit Zero del Ateneu Caixa Laietana. Hace seis años, expuso por primera vez en otra de las salas de la entidad de ahorro, sorprendiendo a propios y a extraños con su arte, que para muchos resulta difícil de conceptuar.
La rica imaginación de los pintores de los países del Este de Europa, y en concreto, de los procedentes de su zona más septentrional, es especialmente prolífica, siendo Mikaelian uno de sus mayores y más barrocos representantes.
Profundamente surrealista, de figuración definida, exquisito en cuanto a la precisión de detalles, de matices, de pinceladas, de cromatismo austero, sin luminosidad pero con un extraño esplendor donde los ocres tienen especial dominio, este artista muestra con critica y dureza, un retrato de la sociedad actual, donde a través de sus pinceles, no deja escapar ninguna de las problemáticas en la misma está inmersa.
El artista realiza la mayoría de sus obras en gran formato, siendo la técnica la acuarela y el oleo sobre tela o papel, utilizando en ésta última un formato medio, con claro predominio de grises y negros y un apenas perceptible blanco.
La obra de este artista es atrayente y subyugante, compleja hasta el infinito dentro de los escenarios que exhibe en cada uno de sus trabajos, sin dejar de recordar al espectador en esencia: su estética barroca, planteamientos renacentistas o su admiración por Goya. Si hace seis años, su obra era más vegetal y mucho más onírica, con un cromatismo más brillante, y técnica siempre depurada, sin dejar el espíritu surrealista, la obra que presenta en el 2010 es mucho más terrenal, más figurativa, más carnal no sólo en el terreno sexual, sino en la variedad de personajes que encontramos en sus lienzos donde el drama y el trauma coexisten en toda su magnitud.
Mikaelian refleja la realidad del mundo de los sueños humanos, que no proceden de un paraíso de humanismo y concordia, sino del más profundo de los infiernos donde las pasiones desmesuradas y los deseos inconfesables tienen cabida: Los perros tienen pesadillas, La ley favorece a la mujer, Bacchnalia de los inmigrantes, etc., son títulos muy significativos. También resulta curiosos el fetichismo del artista por mostrar en cada una de sus exposiciones: Encuentro con los ausentes o El casco; las dos tienen ya más de seis años.
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