El diccionario define como pasión: un sentimiento violento que perturba el ánimo. En absoluto hay violencia en la exposición que el pasado 4 de septiembre inauguró la temporada artística de la Associació Sant Lluc per l'Art, esta vez en la sala del Col·legi d'Aparelladors de Mataró – Plaça Xammar, 2
Passió pel dibuix título de la muestra presenta la inusitada fuerza creativa a cinco mujeres: LAIA ARNAU, VIOLETA CAMAÑO, ANA GARCÍA, CATHERINE LORTON y LAURA SÁNCHEZ. Tres de las cuales, curiosamente, han escogido para exponer obras relacionadas con el mundo vegetal. Resulta absolutamente embriagador contemplar los diferentes universos expuestos, teniendo sólo como nexo de unión el hecho de ser mujeres.
Catherine Lorton es la sofisticación de esta muestra. Elegante, exquisita, minuciosa y precisa. Su obra es sumamente atractiva, tanto por la dificultad técnica, como por el excelente desarrollo que ha sabido dar. Casi se podria calificar la obra presentada como “rococó”, por la complejidad que la misma ofrece. Pero en absoluto es recargada. Simplemente, tiene un toque de distinción poco habitual, dentro del relativismo imperante en el mundo del arte.
Laura Sánchez presenta un interesante contraste de obra: la base técnica – medida y equilibrada – y la artística, como resultado final del estudio realizado. Es una muy original presentación, que permite apreciar la dificultad del dibujo, de pasar a papel un objeto o una planta. Un admirable trabajo, el cual hay que valorar en gran medida, ante la abstracción, en muchos casos con una gran base técnica, pero desarrollo absolutamente anárquico, por el impacto visual, la utilización del color o la deformidad de formas, más que no el equilibrio y el detalle. Es de agradecer a Laura Sánchez esta presentación formativa e informativa.
Violeta Camaño sale del nexo del mundo vegetal de la exposición y se dedica al retrato, de mujeres de procedencia lejana, probablemente indígenas de Sudamérica, invitando al espectador a la introspección que implica un rostro o figura humana. Su técnica es más simple, más fotográfica, utilizando la sanguina como color único, lo que le permite aumentar cierta sensación de dramatismo en los retratos, presentando una obra con los aspectos reivindicativos de mujeres infravaloradas.
Laia Arnau presenta una obra llena de encanto, de magia, de mundos oníricos, de sueños y de deseos. Es un trabajo que bajo su agradable visión, exhibe particularidades psicológicas, más cercanas a la curiosidad del estudio de la mente, que no a casos específicos. También existe la particularidad en sus trabajos de recordarnos el entorno del siglo XVIII con la creación de la Enciclopedia. Algunos de sus trabajos parecen explicar características de las plantas, de forma ilustrativa y didáctica, no exenta de cierta originalidad.
Finalmente, Anna García es, quizás, la más academicista de todas. Sus naturalezas muertas, sencillas, de líneas marcadas, con trazo firme y simplicidad de expresión, contrastan con los dibujos de paisaje urbano, frío, distante, abundando multitud de lineas, y donde distancia y llanura van aparejados. Casi parecen planos de aparejador, pero en conjunto la obra muestra a una artista en busca de un desarrollo y estilo propios, alcanzando dignamente los retos que se le plantean.
En conjunto, contrastes muy definidos entre cinco mujeres dibujantes, lo cual permite al espectador profundizar en el significado, creatividad y percepción técnica del dibujo.
La exposición permanecerá abierta hasta el 4 de octubre de 2009.
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