lunes, 12 de octubre de 2009

ARQUEOLOGÍA CON RAICES Y SIN MITOS





En los albores del siglo XXI, la arqueología se contempla a nivel popular bajo el prisma de Indiana Jones en busca de mil y una aventuras, o de las míticas expediciones de algunos arqueólogos al antiguo Egipto, con el fin de descubrir tesoros y misterios enterrados en los monumentos funerarios de los faraones.

Pero la verdadera esencia de la arqueología se encuentra a base de leer y de documentarse, buscar, recorrer mil y un caminos y rascar, muchas veces sin obtener el resultado deseado, pero otras, en cambio, descubriendo elementos culturales e identitarios que no dejan de ser sorprendentes.

Es esta ultima percepción la que muestra el Museu de Mataró, conjuntamente con la Obra Social de la Fundació La Caixa, que hasta mediados de octubre ofrece la exposición: La missió arqueològica del 1907 als Pirineus (La misión arqueológica del 1907 a los Pirineos), en la que se pueden ver un total de 71 fotografías, seleccionadas entre más de 200 clichés.

Como suele ser habitual en este tipo de exposiciones, dedicadas más al aficionado, al curioso a quien tiene verdadero interés, pero no al gran público en general – lo cual no deja de producir un cierto sentimiento de tristeza por la falta de deseo de conocimiento que muestra nuestra sociedad – a base de paneles se exhiben un conjunto de fotografías pertenecientes a: Vall Luishon, el Vall d'Aran, Vall de Bohí, La Noguera y el Vall d'Isàvena, lugares todos ellos que tienen como nexo común el hecho de encontrarse en los Pirineos, y que sirvieron de estudio a la expedición que, tal como indica el programa de mano: "el 30 de agosto de 1907 salió en misión científica del Institut d'Estudis Catalans, formada por los arquitectos Josep Puig i Cadafalch i Josep Goday, el historiador Guillem M. de Brocà, el conservador del Museo Episcopal de Vic, Josep Gudiol y el fotógrafo Adolf Mas. …"
Esta exposición invita al visitante a reflexionar sobre lo que significa el patrimonio histórico y artístico catalán. Como la entrega de cinco personas procedentes de diversos ámbitos, pero con el deseo de investigar y de descubrir, permitió dar a conocer las raíces de lo que hoy es Cataluña en su vertiente histórica y artística, y que lamentablemente la manipulación política olvida, como si la grandeza que formaron la Corona de Aragón conjuntamente con los diversos Condados de Cataluña, no hubiera existido jamás, y todo se remontase al 1714.

A través del reportaje fotográfico, complementado con una muy adecuada filmación, el espectador puede percibir las duras condiciones de la expedición, perfectamente asumidas por el entusiasmo de los expedicionarios, y de como ésta y otras posteriores, constituyeron la salvaguardia del patrimonio catalán, a través del descubrimiento de los frescos en pequeñas iglesias románicas, como la de Santa Maria de Taüll o la de Sant Vicens, - conservadas en el actual MNAC - o las figuras de dos descendimientos.

El programa de mano también informa de la aportación hecha por el Institut Amatller d'Art Hispànic y la Fundació “La Caixa”. No será esta una muestra aislada, sino que "forma parte del conjunto de iniciativas que tienen como objetivo mostrar el patrimonio en fondos fotográficos de esta entidad".

Al material fotográfico, se añaden documentos de la época, como una carta de recomendación del Obispo de Vic, o una autorización del Obispo de la Seo de Urgell - gentileza de l'Arxiu i Biblioteca episcopal de Vic – páginas de las notas de mano realizadas en diversos cuadernos, donde se pueden encontrar dibujos del arquitecto y presidente de la Mancomunitat de Catalunya, Josep Puig i Cadafalch, que permiten observar una gran cantidad de plantas, secciones y detalles de los edificios. También se encuentra expuesto el librito: Nocions de l'Arqueologia Sagrada de Catalunya de Josep Gudiol, escrito en 1907, y dedicado al fotógrafo Adolf Mas.

Del mismo sacerdote Josep Guidol, se pueden comprobarf unos interesantes apuntes sobre la relación de los objetos artísticos encontrados.

Es esta una exposición muy ilustrativa del espíritu de una época, en base a las reminiscencias del periodo conocido como La Renaixença (1833-1859), y por supuesto, de gran valor didáctico para alumnos y profesorado de cualquier escuela.

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