martes, 9 de febrero de 2010

ALFRED OPISSO (1907 – 1980): UNA GRAN ANTOLÓGICA












A nivel pictórico, en Mataró el año termina y da paso al siguiente, con una gran exposición antológica, a cargo de Fundación Caixa Laietana.

Si a finales del 2008 fue la del pintor especializado en temas militares Manuel Cusachs, en el 2009 (y hasta hace escasamente una semana), la Sala de Exposiciones de la entidad de ahorro, situada en la plaza Santa Anna, 1, ofreció una magnífica, extraordinaria y sugerente retrospectiva de Alfred Opisso, uno de los pintores locales más valorados fuera de nuestra ciudad, y cuya adquisición de obras, tanto en galerías como en subastas, alcanza siempre cotizaciones de importancia, a pesar del gran desconocimiento de su obra por parte de muchos los ciudadanos de Mataró.

La exposición, que tuvo por comisario a Pere Pascual crítico de arte local, y preparada con escaso margen de tiempo (apenas 45 días para organizarla), recogió todo un compendio de obras, y de épocas del artista, lo cual permitió observar no tan sólo la evolución técnica y temática, sino la gran personalidad del pintor, su gran calidad como tal y su capacidad para llevar al espectador una especial visión del mundo, con sus ilusiones y deseos.

“Esta exposición es un re-encuentro con la personalidad del genial artista” manifestó en sus palabras de presentación Jaume Boter de Palau, presidente de Caixa Laietana, de quien destacó su amistad y su profunda admiración por su obra: “esta exposición muestra el Opisso más conocido, pero también más inddito. Es la exposición más importante en calidad y cantidad que se ha realizado en nuestra ciudad” .

Pere Pascual, por su parte y como comisario de la muestra, destacó la poca justicia que tanto a nivel institucional como popular, se le ha hecho a Opisso, a pesar de su cotización en el mercado, por lo que para el crítico, esta exposición es “de conocimiento y de re-encuentro”, poniendo especial énfasis en la descripción y características de las obras presentadas: obras referentes a los cafés de París, a los arlequines, a la particular atracción que sentía por el mundo del circo, retratos de familiares y amigos, etc. “Con planteamientos poco habituales, Opisso era una rara avis”.

Verdaderamente, el espectador se encuentra ante una exposición sublime, única y sin ningún genero de dudas, interesantísima, tanto que podría figurar perfectamente en un MNAC o incluso en una exposición temporal del Museu Thyssen.

Opisso representa en el arte, el esfuerzo de encarnar la visión interior, recurrente a la forma expresiva de una Belleza, que en si misma puede parecer inexpresable. No todo el mundo consigue apreciarla con la misma nitidez y Alfred Opisso fue uno de los pocos artistas que supo captarla. Quien busca y ama la Belleza, a través del lenguaje del Arte, sin lugar a dudas, se acerca a lo divino. Opisso no fue ninguna excepción a esta sentimiento.

3 comentarios:

  1. Vaig veure-la i em va fascinar. També al meu sogre i als meus pares i germans a qui vaig convidar a venir atès que viuen a Barcelona. A més, em van regalar un llibre també fantàstic.

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  2. Gràcies Sílvia per les teves paraules. Sí, veritalbement Opisso era i és fascinant. La seva obra t'embolcalla.

    Una abraçada

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  3. Un geni!! la veritat es que dominava molts terrenys, res a envejar al seu pare Ricard Opisso...

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