martes, 12 de octubre de 2010

LA GRANDEZA DE LA HISTORIETA Y DEL DIBUJO, EN PEQUEÑO FORMATO







Demasiado acostumbrados a ver arte en grandes dimensiones, y siendo el tamaño 30 x 30 cm., la medida reducida más habitual, no se suele dar a la pequeñez de un papel de 6 x 9 cm., la grandeza que le corresponde, aun cuando el artista sea de reconocido prestigio, a pesar del tiempo transcurrido.

Ricard Opisso (Tarragona, 1880-Barcelona 1966), pintor, dibujante y caricaturista es un buen ejemplo de lo anteriormente expuesto. La galería FRANCESC MESTRE ART de la calle Enric Granados, 28 de Barcelona, expone des del pasado 1 de octubre: Ricard Opisso, Entre París y Barcelona, una colección de pequeños pasteles, realizados en Paris, alrededor de 1901, algunos en formatos de 6 x 9 cm. En agunos de estos dibujos, el artista llegó al extremo de realizar varios de sus apuntes en papeles ya utilizados.

La muestra, mucho más extensa, también exhibe ilustraciones e historietas plagadas de un sutil erotismo, adjetivadas de forma habitual con la palabra “picantes”, y se complementa con documentación biográfica.

La exposición apenas permite entretenerse en algunas de las frases, pues el alcance artístico de Ricard Opisso sobrepasa el texto. El visitante no dejará de observar un dibujo fresco y vitalista con generosas dosis de sentido del humor. Opisso, quien empezó su vida laboral en el taller del genial arquitecto Antoni Gaudí, y que en el año 1896, avalado por el mismo arquitecto, entró a formar parte del entonces prestigioso “Cercle Artístic Sant Lluch”, también dominaba el lápiz y el color con elegancia y distinción, tal como puede observarse en: El café de la Opera, una obra en 6 x 9 cm, realizada en lápiz negro y colores s/papel. Un soporte vulgar y sencillo, pero que muestra con nitidez absoluta la técnica, la ductilidad, el buen gusto y su admiración por las mujeres de la época... El genio de un artista en la pequeñez de un papel.

Los dibujos de Ricard Opisso son inconfundibles, únicos y sin lugar a dudas, bellos, incluso cuando ilustran “picantes” historietas: Almanaque KDT (Plumín y tinta china s/papel – 34,5 x 25,3 cm.) o La visita del Militar o El Tocador (tinta s/papel).

Si bien como caricaturista es crítico y caústico, atrevido y tremenendamente expresivo – des del 1919 y hasta su fallecimiento, no dejó de colaborar activamente con el TBO, faceta por la cual es popularmente conocido – como dibujante o como pintor muestra señorío y distinción, equilibrio y sobriedad en cualquier formato: Dos Damas (lápiz, pastel y gauche s/cartulina en 9 x 6,5 cm), o Picnic (acuarela s/papel en 30 x 36,2 cm).

Fascinado y contemplativo con el sexo femenino, no deja de ser buen observador de la vida cotidiana: La compra del xai (La compra del cordero) (tinta y acuarela s/papel en 19 x 20 cm), obra esta que recuerda a la llamada “Col·lecció Patufet”, de la que fue colaborador en 1908.

Algunos de los dibujos que exhibe la muestra fueron firmados como “Bigre”, seudónimo éste que utilizaba en sus colaboraciones con la revista satírica “Papitu” o el “Almanaque KDT”, “Galanteries”, etc.

Describir la inteligencia e inspiración de Ricard Opisso en los albores del siglo XXI no es ningún mérito, pues su obra conservada hasta la fecha de hoy, se expresa por si misma. Un ARTISTA nunca muere, mientras se le recuerde. Y por fortuna, gracias a la galería FRANCESC MESTRE ART, hay ocasión de revisar trabajos como: La Llotja (El palco) (lápiz pastel y tinta s/cartulina – 8,5 x 5,5 cm.), Las modistas (lápiz negro y color s/papel en 9 x 6 cm.), La virtut de la dona (La virtud de la mujer) (tinta s/papel 42 x 58 cm), las viñetas de Lucio Alpostón del TBO, o algunos documentos tan curiosos como su pasaporte, expedido en el año 1936, y del que un par de sus páginas fueron utilizadas para realizar algunos dibujos.

Una exposición única donde el visitante atento, el dibujante curioso, el coleccionista empedernido y el artista de renombre sin duda, no dejarán de aprender, reconocer y recordar.

2 comentarios:

  1. Hubo excelentes artistas y músicos catalanes a fines del siglo XIX y principios del XX: son los grandes desconocidos.

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  2. No es precisamente el caso de Ricard Opisso, pero si es cierto que los ámbitos institucionales no se prodigan en dar a conocer este gran patrimonio cultural.

    Un cordial saludo

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