sábado, 10 de julio de 2010

LA PROVISIONALIDAD DEL ARTE




La diversidad de tendencias en el mundo artístico es incuestionable. Y obviamente, resulta muy positivo que se den a conocer en los ámbitos y entornos correspondientes, CON OBJETIVIDAD Y SIN CONNOTACIONES POLÍTICAS DE NINGUNA CLASE.

Las instalaciones artísticas han estado principalmente potenciadas desde las instituciones públicas, como muestra significativa de una teórica evolución del arte. Sin embargo, es de sobras conocido que una de las mejores formas de “controlar” a los artistas es hacerlo a través de estamentos oficiales, con el pretexto de su impulso, pero en realidad, con ánimo de vigilar y censurar sus mensajes.

Precisamente, por esa temporalidad de las instalaciones ya expresada, este tipo de muestras artísticas no han conseguido llegar al común de la sociedad; suelen exhibirse en salas de arte, de conocido auspicio institucional, donde la escasa afluencia de visitantes suele ser una característica habitual, aunque su mantenimiento lo costean todos los ciudadanos.

Si bien a través de este tipo de muestras se han presentado elementos artísticos provocadores, descarados, teóricamente vanguardistas y en muchas ocasiones ofensivos, con el fin de desafiar a la opinión pública, bajo la eufemística pretensión de “innovación artística” – insistimos amparada institucionalmente – en otras ocasiones, no podemos evitar decir que una instalación también puede invitar a la reflexión, de forma más bien fugaz y transitoria, siendo sólo la fotografía el único documento gráfico de su existencia.

Y bajo este concepto l’Ateneu Caixa Laietana de Mataró, presenta en un nuevo espacio inaugurado dentro de este emplazamiento l’obra de Dionís Òrrit Continuarà (Irredepmt).

Los elementos propios del estudio: el aprendizaje, el pensamiento, la meditación y el saber convertidos y utilizados en particulares “obras de arte”, con la finalidad de denunciar la falta de lectura, a pesar de la cantidad ingente de títulos que se editan anualmente en España – cerca de 110.000 – configurando la profundidad de un mar, infestado de los tiburones de la imagen, el ocio como entretenimiento y de la publicación en masa, ahogando al lector en su opción de seleccionar... para no escoger nada.

Libros formando columnas, como si de los pilares de la antigua Grecia y Roma se tratase, máquinas de escribir con teclas haciendo filigranas – quien no recuerda aquellas Lexicon 90 de Olivetti, habitantes impertérritos en todas las oficinas, y con las que más de uno habíamos aprendido mecanografía – comparten el espacio con fotos de: escritores, poetas, pensadores, pintores, estadistas... hombres y mujeres que a lo largo de la Historia han proporcionado al ser humano horas de entretenimiento, fantasía, sueños, deseos, filosofías, sentimientos, emociones... han proporcionado al Hombre la esencia básica que le diferencia de la irracionalidad: EL PENSAMIENTO.

Una curiosa y a buen seguro, más que incomprendida muestra para el ciudadano de a pie, poco dado a este tipo de manifestaciones artísticas, demasiado envejecido para entenderlas, y preocupado en exceso para apreciarlas.

1 comentario:

  1. En nuestra sociedad, incluso la denuncia ya forma parte de "lo establecido"; me temo que la visión de pilas de libros será considerada como una extravagancia más, sin entrar en su significación más profunda, a lo sumo algún comentario superficial, y seguirán editándose libros que muy poca gente leerá, desgraciadamente.

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