Una sala de arte que se precie debe ante todo, sentir el coleccionismo elemento indispensable para la creación de su propio patrimonio artístico, sin descartar mostrarlo como exhibición pictórica, y consecuentemente, la venta del mismo, para goce de compradores, deleite de amantes del arte y placer para coleccionistas, sin que ello vaya en detrimento de obtener legítimamente, los correspondientes emolumentos económicos para continuar con la labor emprendida en pro del ARTE.
En Setba, Zona d'art (http://www.setba.net/), a lo citado anteriormente, debe añadir un espacio singular en la Plaça Reial, 10 1r. 2ª, donde la decoración de los espacios destacan por si mismos, por lo que preparar una exposición y más la exhibición de un fondo de galería, obliga constantemente a Belén Gracia, directora d’art, a asumir el hadicap de combinar obra artística, con suelos y paredes, con buen gusto, imaginación, calidad y atracción para el cliente, lo cual consigue lograr con soltura y exquisitez.
Durante los meses de julio y agosto, expone en sus salas, con diversidad absoluta de materiales (óleos, técnica mixta sobre tela o madera, acrílicos, tintas, etc), estilos, primando la abstracción sobre el figurativo: Josep Serra potencia en su gestualidad; Núria Rosell y su serie Codex con exquisito grafismo y original tratamiento de color y materiales. Sorprendente e ingeniosa por la concepción de la obra, se podría clasificar a Silvia Japkin con sus creaciones a base de fotos recortadas y montadas sobre si mismas, formando una esfera.
Raimon Vayreda, nieto del genial pintor de la escuela olotina, ofrece un contraste absoluto con la obra de su recordado abuelo. En su serie Arbres, impera el grafismo, en una aparente concepción de la sencillez, pero en realidad mostrando un complejo planteamiento. Benigno Tierno con trazo ágil y espontáneo nos ofrece su particular visión de la creación y de la vida, a través del útero femenino, llamativo y virginal.
La fotografía está presente en esta muestra con Juan Miguel Morales y su retrato dedicado a Omara Portuondo, cantante cubana de sonrisa y mirada entre picara e intrigante, con tremendo poder de sugestión, y la serie de Antoni Marset y su Esa dulce decadencia, unas fotografías donde la luz impera y domina el espectro de unas salas vacías, amplias, ciertamente crepusculares, en contraste artístico no temático con las Sombras de Noelia Quiroga, donde con pincel amplio muestra misteriosa y mística, una enigmática penumbra.
La nebulosa de azules, ocres y blancos de Guadalupe Masa y su Arcano XX El Juicio, tremendamente seductora y de mágico hechizo contrasta con la realidad implícita y explicita de J.A. Sancho y Cavernario, una subyugante obra, radical y gestual con una enorme potencia expresiva.
Igual de atractivos, aunque reflejando sentimientos opuestos, resultan Uli Schutz y Rafael Ruz. Paleta de colores básica, luminosa y brillante, Schutz (Piscis y S/T) mientras que Ruz plantea la introspección permanente del ser humano y lo que le rodea, con un agresivo verde y morado en base a una pincelada de gran dureza. Curioso y original resulta Pep Camps y su Fil espinós, aunque también cultiva una abstracción sin límites a través de: Dolor que no té alba y Moneda de canvi donde toma como referentes a Miró, Goya y la denuncia social siendo curiosa e inusitada su Anatomia d’un assessinat, con un tratamiento técnico y cromático poco común , mientras que Albert Casals resulta mucho más prosaico. (S/T)
La escultura también tiene cabida en este fondo de galería, donde el uso de materiales (bronce, hierro, plástico...) y la originalidad de sus resultados armonizan perfectamente con la temática de los mismos. Franco Filipponi, con un particular armadura medieval, tremendamente surrealista (S/T), Angels Freixanet con Esqueixos realizado en hierro forjado o Gianluca Festucci y su obra Pierna, en plástico y tinta, introduciendo ambos al espectador,a través de la utilización de materiales y formas tan opuestos, en singulares visiones de la realidad no alejadas del subconsciente en Freixanet y en particulares fetiches en Festucci.
En Setba, Zona d'art (http://www.setba.net/), a lo citado anteriormente, debe añadir un espacio singular en la Plaça Reial, 10 1r. 2ª, donde la decoración de los espacios destacan por si mismos, por lo que preparar una exposición y más la exhibición de un fondo de galería, obliga constantemente a Belén Gracia, directora d’art, a asumir el hadicap de combinar obra artística, con suelos y paredes, con buen gusto, imaginación, calidad y atracción para el cliente, lo cual consigue lograr con soltura y exquisitez.
Durante los meses de julio y agosto, expone en sus salas, con diversidad absoluta de materiales (óleos, técnica mixta sobre tela o madera, acrílicos, tintas, etc), estilos, primando la abstracción sobre el figurativo: Josep Serra potencia en su gestualidad; Núria Rosell y su serie Codex con exquisito grafismo y original tratamiento de color y materiales. Sorprendente e ingeniosa por la concepción de la obra, se podría clasificar a Silvia Japkin con sus creaciones a base de fotos recortadas y montadas sobre si mismas, formando una esfera.
Raimon Vayreda, nieto del genial pintor de la escuela olotina, ofrece un contraste absoluto con la obra de su recordado abuelo. En su serie Arbres, impera el grafismo, en una aparente concepción de la sencillez, pero en realidad mostrando un complejo planteamiento. Benigno Tierno con trazo ágil y espontáneo nos ofrece su particular visión de la creación y de la vida, a través del útero femenino, llamativo y virginal.
La fotografía está presente en esta muestra con Juan Miguel Morales y su retrato dedicado a Omara Portuondo, cantante cubana de sonrisa y mirada entre picara e intrigante, con tremendo poder de sugestión, y la serie de Antoni Marset y su Esa dulce decadencia, unas fotografías donde la luz impera y domina el espectro de unas salas vacías, amplias, ciertamente crepusculares, en contraste artístico no temático con las Sombras de Noelia Quiroga, donde con pincel amplio muestra misteriosa y mística, una enigmática penumbra.
La nebulosa de azules, ocres y blancos de Guadalupe Masa y su Arcano XX El Juicio, tremendamente seductora y de mágico hechizo contrasta con la realidad implícita y explicita de J.A. Sancho y Cavernario, una subyugante obra, radical y gestual con una enorme potencia expresiva.
Igual de atractivos, aunque reflejando sentimientos opuestos, resultan Uli Schutz y Rafael Ruz. Paleta de colores básica, luminosa y brillante, Schutz (Piscis y S/T) mientras que Ruz plantea la introspección permanente del ser humano y lo que le rodea, con un agresivo verde y morado en base a una pincelada de gran dureza. Curioso y original resulta Pep Camps y su Fil espinós, aunque también cultiva una abstracción sin límites a través de: Dolor que no té alba y Moneda de canvi donde toma como referentes a Miró, Goya y la denuncia social siendo curiosa e inusitada su Anatomia d’un assessinat, con un tratamiento técnico y cromático poco común , mientras que Albert Casals resulta mucho más prosaico. (S/T)
La escultura también tiene cabida en este fondo de galería, donde el uso de materiales (bronce, hierro, plástico...) y la originalidad de sus resultados armonizan perfectamente con la temática de los mismos. Franco Filipponi, con un particular armadura medieval, tremendamente surrealista (S/T), Angels Freixanet con Esqueixos realizado en hierro forjado o Gianluca Festucci y su obra Pierna, en plástico y tinta, introduciendo ambos al espectador,a través de la utilización de materiales y formas tan opuestos, en singulares visiones de la realidad no alejadas del subconsciente en Freixanet y en particulares fetiches en Festucci.
Un fondo de galería, muy cuidado, magníficamente escogido, donde calidad y diversidad se mantienen al unísono, lo cual ofrece excelentes y dignas posibilidades de elección.
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