martes, 27 de julio de 2010

LOS JOVENES ARTÍSTAS DE LA SANT LLUC Y PEPITA HERRERO: Trayectoria Vital











La Sala de Exposiciones de Caixa Laietana, situada en Plaça Santa 8 de Mataró, exhibe hasta finales de este mes de julio la muestra Joves Seleccionats Sant Lluc (Ana García Pérez y Marc Sala) y Pepita Herrero, Escultora i pintora. Una excelente muestra que combina estilos y un alto nivel de calidad.
La invocación al realismo de Ana García, muy centrado en la ciudad, aunque también le atrae el paisaje Vespre d’estiu II o Embassament, (Anochecer de verano II o Embalse) (óleo s/tela), desapasionado, de grandes espacios, amplitud de miras, de cielos en tonos pastel dentro de un urbanismo ordenado, aunque excessivamente neutro, en contraste absoluto con los objetos: Formatge i llet o Full en blanc (Queso y leche o Hoja en blanco) (lápiz sobre papel), realizados con precisión exquisita, cuidada y equilibrada, casi como exhalando vida propia.

No obstante, su tratamiento de la figura humana es mucho más desigual: sencillez en extremo, sin captar con intensidad, la sensualidad o voluptuosidad que puede emanar un cuerpo femenino, llegando tan sólo a la imitación de tales sentidos.
El contraste a la obra de Ana García es Marc Sala: explosivo, vital, complejo, moderno, atrevido, clamando a viva voz lo que el ser humano no se atreve a gritar, tal como lo expresa a través del busto: Rebentat (Reventado), realizado en técnica mixta; impactante y al mismo tiempo desgarrador.

Sus Relleus d’una safata (Relieves de una bandeja) captan inmediatamente la atención del espectador, atrapándolo inconscientemente. Una sinuosa y compleja red realizada en acero, simbolizando las múltiples etapas y facetas de la vida humana.

La obra expuesta de Pepita Herrero, es la demostración del sentimiento del ARTE en dos grandes dimensiones: escultura y pintura. Su escultura, en constante homenaje a los standards clásicos de Grecia y Roma, tiene un alto sentido de la estética y una profunda emoción por la Belleza. Reposant, Abraçades, Asseguda (Reposando, Abrazadas, sentada), obras todas ellas realizadas en bronce o Protegint la piràmide (Protegiendo la pirámide), realizada en terracota. El espectador contempla sus esculturas con admiración y afecto, reconciliándose con las formas que se acercan a uno de los conceptos básicos del arte: la creación de valores y la necesidad de ser valioso.

A nivel pictórico, Pepita Herrero, continua con los cánones antes establecidos, con profunda devoción por el paisaje, especialmente marinas y natural, trabajando siempre en óleo s/tela y formatos medios y algunos de pequeños (Camp de flors, Roselles, Arbreda, Costa Brava, Québec). Absorta por algunas fachadas de edificios de Suiza y Francia, su trazo nervioso y ágil, de milimétrada precisión, a la vez que utiliza una paleta muy diversa y creativa, con toques románticos, muestra una obra donde los mínimos detalles cuentan, resultando verdaderamente atractivo el tratamiento de sus nocturnos, especialmente en las marinas.

Pepita Herrero supo difundir el amor por el ARTE a través de una obra BELLA, sentida y emocionada, que el espectador identifica perfectamente con la sencillez de una mirada que sólo puede sentir y desear una visión agradable de la vida.

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